ZOCO (SOUQS)-MARRAKECH-AFRICA

ZOCO (SOUQS)
PERFORMANCE
MARRAKECH -MARRUECOS-ENERO DE 2013
FOTOGRAFIA: TERESA SANTIBAÑEZ MEDINA

Marrakech “La tierra de Dios o ciudad roja”, fundada en 1062. Su población mayoritariamente es musulmana y la componen principalmente etnias Bereberes y Almorávides. Marruecos hasta los 90 estuvo “intervenido-administrativamente” por Francia, España e Inglaterra. 

Cuando comenzamos a preparar nuestra acción para registrar a nivel corporal el espectáculo de olores, colores, lenguas, razas, sucesos, etc. Teníamos en mente un trazado por territorios complejos de abordar en estas tierras. Género-cuerpo-religión nos parecía el entramado preciso para activar los yelmos-morales “burka o Iqabs” que dan prestigio y el derecho de caminar dignamente a las mujeres por la calle sin que los hombres les acosen, o más bien, los dictámenes legales que obligan el casamiento del violador con su víctima para que esta recupere y mantenga su honra o denunciar el descarado turismo sexual con niños del que se hace vista ciega (reflexión sugerida por mi amigo Fito). 

En el casco antiguo de Marrekech está la plaza “Djemaa el Fna”, una de las más transitadas del mundo árabe, donde han convivido por cientos de años ambulantes, artistas, artesanos, domadores, cuenta-cuentos, estafadores, turistas, mezquitas, motos, regateos, bicicletas, asnos, etc. Las caminatas por esta plaza fueron el dispositivo que nos hizo modificar radicalmente nuestra acción. Cada vez que salíamos a caminar nos encontrábamos frente al espectáculo de los domadores de serpientes, gallinas, ardillas, palomas y monos. 

Los macacos, de todas las edades, debían estar dispuestos a trabajar desde las 10 de la mañana, preparados para recibir a los fieles provenientes de las mezquitas y a los miles de turistas que pagan por sus piruetas. 10 horas sin descanso de saltos, apretones, tirones de la cadena atada a su cuello, sol, golpes del domador, etc. hasta quedar exhaustos y ganarse el derecho de volver a la jaula de metal que les servirá de tregua hasta la jornada siguiente. En esta plaza no hay día libre hace cientos de años. Decidimos realizar una acción que connotara y reflexionara sobre la violencia ejercida sobre el cuerpo-animal-obrero.


LA ACCIÓN


Conversamos con los domadores de monos, con el representante. Les planteamos unas ideas que les parecían descabelladas pero sencillas. Llegamos a un acuerdo. Los monos descansaron 40 minutos, lo mínimo para sentarse un rato, una colación y una refrescada. En su reemplazo, se puso a disposición otro cuerpo-obrero que satisficiera la necesidad de la foto turística con el animal exótico, pero esta vez con la novedad de otro cuerpo, el performático.

Esta performance es para Teresa








































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